Las terapias de reemplazo renal continuo (TRRC) son una modalidad de tratamiento utilizada en pacientes con insuficiencia renal aguda o en aquellos que no son candidatos adecuados para la hemodiálisis convencional. A diferencia de la hemodiálisis tradicional, que se realiza en sesiones intermitentes, las TRRC proporcionan una terapia continua y prolongada para el soporte renal.
Existen diferentes tipos de TRRC, incluyendo:
- Hemofiltración continua venovenosa (HFCVV): En este método, la sangre del paciente se extrae a través de un catéter venoso central y se pasa a través de un filtro especial que elimina los productos de desecho y el exceso de líquido. Luego, la sangre filtrada se devuelve al paciente a través de otro catéter venoso. Este proceso se lleva a cabo de manera continua, generalmente durante 24 horas al día.
- Hemodiálisis continua venovenosa (HDCVV): Esta técnica implica el uso de un filtro de diálisis en lugar de un filtro de hemofiltración. La sangre del paciente se extrae y se pasa a través del filtro de diálisis, donde se eliminan los productos de desecho y se equilibran los niveles de sustancias en la sangre. La sangre filtrada se devuelve al paciente a través de otro catéter venoso. Al igual que la HFCVV, la HDCVV se realiza de forma continua durante un período prolongado.
- Hemodiafiltración continua venovenosa (HDFCVV): Esta terapia combina la hemofiltración y la hemodiálisis continua. La sangre del paciente se somete a un proceso de filtración similar al de la HFCVV, y también se utiliza un dializador para eliminar sustancias adicionales a través de la diálisis. La sangre filtrada y dializada se devuelve al paciente. Este método ofrece una mayor eliminación de toxinas y se considera una forma más eficiente de terapia de reemplazo renal.
Las TRRC son beneficiosas en situaciones en las que los pacientes tienen una inestabilidad hemodinámica o no toleran las sesiones de hemodiálisis convencionales. También se utilizan en pacientes críticos en unidades de cuidados intensivos.
Es importante tener en cuenta que las TRRC requieren una supervisión médica y de enfermería constante, ya que son tratamientos complejos que implican el monitoreo regular de los parámetros clínicos y los niveles de fluidos y electrolitos. La elección de la modalidad de TRRC adecuada depende de las necesidades individuales del paciente y de la evaluación médica.