La colocación de un catéter para hemodiálisis puede ser necesaria cuando se requiere un acceso vascular temporal o permanente para realizar el tratamiento de hemodiálisis. La hemodiálisis es un procedimiento que utiliza una máquina para filtrar la sangre cuando los riñones no pueden hacerlo de manera adecuada.
Existen dos tipos principales de catéteres utilizados para la hemodiálisis: los catéteres temporales y los catéteres permanentes.
1. Catéter temporal: Se utiliza cuando es necesario un acceso vascular de manera urgente o temporal. Por lo general, se coloca en una vena grande del cuello, como la vena yugular interna o externa, o en una vena de la ingle, como la vena femoral. El catéter tiene dos lúmenes (tubos) que permiten el flujo de sangre desde el cuerpo hacia la máquina de hemodiálisis y viceversa. Los catéteres temporales se utilizan mientras se espera la maduración de un acceso vascular permanente o durante un período de tratamiento corto.
2. Catéter permanente: También conocido como fístula arteriovenosa (FAV) o injerto arteriovenoso (IAV), es una conexión quirúrgica creada entre una arteria y una vena, generalmente en el brazo. Esta conexión permite que la sangre fluya desde la arteria hacia la vena, creando un acceso vascular duradero para las sesiones de hemodiálisis. La fístula arteriovenosa es el tipo de acceso preferido debido a su mayor durabilidad y menor riesgo de complicaciones a largo plazo.
La colocación de un catéter para hemodiálisis se realiza bajo anestesia local o general, dependiendo del caso y la preferencia del médico. El procedimiento se lleva a cabo en un quirófano o en una sala de procedimientos. Después de la colocación del catéter, se realiza una radiografía para confirmar su posición adecuada.
Es importante cuidar adecuadamente el catéter para prevenir infecciones y complicaciones. Se deben seguir las instrucciones del médico y del personal de atención médica en cuanto al cuidado y limpieza del catéter, incluyendo el lavado regular con soluciones antisépticas y la prevención de la obstrucción del catéter.
Es recomendable que los pacientes con catéter temporal trabajen en la creación de un acceso vascular permanente, como una fístula arteriovenosa, lo antes posible, ya que los catéteres temporales están asociados con un mayor riesgo de infecciones y complicaciones a largo plazo.
En resumen, la colocación de un catéter para hemodiálisis, ya sea temporal o permanente, se realiza para proporcionar un acceso vascular necesario para el tratamiento de hemodiálisis en pacientes con enfermedad renal crónica o insuficiencia renal. La elección del tipo de catéter depende de las necesidades del paciente y de la evaluación del médico.