La colocación de un catéter venoso central (CVC) es un procedimiento médico en el que se inserta un tubo largo y delgado en una vena principal, generalmente en el pecho o en el cuello, para permitir la administración de medicamentos, quimioterapia o alimentación parenteral (nutrición intravenosa).
El CVC es utilizado cuando es necesario un acceso vascular de larga duración o cuando los tratamientos o la alimentación requeridos no pueden administrarse de manera efectiva a través de una vena periférica. Hay varios tipos de CVC, incluyendo los catéteres de línea central y los catéteres de puerto subcutáneo.
La colocación de un CVC generalmente se realiza en un quirófano o en una sala de procedimientos bajo anestesia local o general, dependiendo de las circunstancias y la preferencia del médico. Durante el procedimiento, se realiza una incisión pequeña para acceder a la vena y se inserta el CVC a través de esta incisión. Luego, se asegura en su lugar y se realiza una radiografía para verificar su posición adecuada.
Después de la colocación del CVC, se deben seguir cuidadosamente las instrucciones del médico y del personal de atención médica para el cuidado y mantenimiento adecuados del catéter. Esto incluye mantener el sitio de inserción limpio y seco, realizar curaciones regulares, y controlar signos de infección o complicaciones, como enrojecimiento, hinchazón o dolor en el sitio de inserción.
El CVC puede permanecer en su lugar durante semanas o meses, según las necesidades del paciente. Se debe tener precaución para evitar la obstrucción o la infección del catéter, y se deben seguir las pautas de cuidado y limpieza proporcionadas por el médico o el personal de enfermería.
Es importante recordar que la colocación de un CVC conlleva algunos riesgos, como infecciones, sangrado, daño a los vasos sanguíneos o neumotórax (colapso de un pulmón). Sin embargo, los beneficios del acceso vascular central suelen superar los riesgos asociados en situaciones en las que se requiere una administración prolongada de medicamentos, quimioterapia o alimentación parenteral.
Si se presentan complicaciones o síntomas preocupantes en relación con el CVC, se debe buscar atención médica de inmediato. El médico y el equipo de atención médica estarán disponibles para brindar información adicional sobre el CVC, sus cuidados y las recomendaciones específicas para cada paciente.